Fidel Castro. Foto de Jesse Fernandez Kurdistán iraní, 1985. © Carol Prunhuber

Kurdistán: una nación olvidada

Nueva Sociedad, Análisis, Caracas, enero/febrero 1987.

 

El pueblo kurdo es la única nación en el mundo con 20 millones de habitantes que no tiene Estado y cuya independencia es reivindicada por una guerra que no practica el terrorismo, lo cual le da un carácter de excepción en la región. Divididos después de la Primera Guerra Mundial entre los nuevos Estados creados por los aliados, el Kurdistán es un enclave importante dentro del contexto del Medio Oriente. El recorrido histórico de este artículo permite comprender la situación actual de esta nación que determina el equilibrio del triángulo Turquía-Irán-Irak. Actualmente, dentro del conflicto del Golfo, los movimientos kurdos de insurrección cobran fuerza ya que se están enfrentando a dos países debilitados por la guerra.

 

El Kurdistán es una nación sin Estado repartida entre las cadenas montañosas del Asia occidental. Los kurdos y las montañas han sido inseparables. A través de la historia ellas han resultado ser las mejores amigas y cómplices de este pueblo. Según el especialista en kurdología, Basil Nikitine, los orígenes de los kurdos no son claros. Su nombre aparece a finales del siglo XVI AC. Para esta época las tribus kurdas estaban lo suficientemente organizadas para defenderse de los reinos que sucesivamente invadían sus tierras: Súmer, Akab, Babilonia y Asiria. Su origen indo-europeo va desde los mitanios, los guti, los lulos, los kasitas y los medas. Generalmente son los llamados “hijos de los medas” guardianes del templo de Zaratustra, descendientes del “feroz Saladino”, fundador de la dinastía Ayubid (1169-1250) (1) en Egipto y Siria, quien se opuso a las conquistas de Ricardo I de Inglaterra en tiempos de las Cruzadas. La conquista árabe del Kurdistán central duró 300 años debido a la resistencia de los “matadores de apóstoles”, kurdos que defendían su tierra del invasor. La resistencia que opusieron los kurdos a los árabes, en realidad no estaba motivada por un sentimiento de defensa nacional o religiosa, sino más bien por una reacción natural de las tribus nómadas por defenderse del invasor que deseaba ocupar sus zonas de pastoreo e imponer su ley. A partir de 1300 los kurdos sufren múltiples invasiones de otros pueblos como el mongol y el turco. A pesar de la dominación durante el imperio otomano, algunos de sus pequeños principados sobrevivieron en Irán e Irak.

Las principales actividades económicas del Kurdistán han sido la agricultura y la ganadería nómada. La organización tribal alrededor de la agricultura, consumida in situ, y la cría de ovejas y cabras han mantenido a la región en un nivel de autosubsistencia. Esto ha fomentado el estancamiento y el subdesarrollo. Como el pastoreo tradicional no requiere ningún tipo de instrucción no hay necesidad de adquirir nuevos conocimientos, y aun cuando algún miembro de la tribu quisiera recibir educación no podría debido al continuo desplazamiento inherente a la trashumancia. Sin embargo, a lo largo del tiempo las tribus fueron sedentarizándose. La introducción del “progreso” en ciertas zonas del Kurdistán produjo rupturas violentas y un desequilibrio del orden primitivo.

La existencia del pueblo kurdo ha estado desde hace siglos expuesta a diversas formas de aniquilamiento en los diferentes países donde se encuentra. La creación de fronteras políticas, en múltiples casos separó a tribus enteras entre los límites de dos países, produciendo así una ruptura dentro del orden social y económico. Todos estos factores dieron origen a innumerables rebeliones que fueron reprimidas por los imperios o Estados dominantes. La estructura tribal ha sido igualmente una de las causas más importantes del fracaso de los movimientos de insurrección. Esta mentalidad tribal y el arrastre de disputas atávicas, no han permitido el desarrollo unido y estable de los movimientos nacionales.

Para comprender la situación actual  de los kurdos es necesario recorrer su proceso histórico en las diversas regiones, en relación a los cuatro países en que se encuentran divididos.

Los kurdos en Turquía

La sociedad kurda es predominantemente campesina. El éxodo rural ha aumentado en los últimos años debido al crecimiento demográfico y la mecanización progresiva y constante de la agricultura. El Kurdistán de Turquía cuenta con un 70 por ciento de analfabetos. Hoy día, la mayor parte de los pueblos kurdos no tienen escuelas primarias. El turco es el idioma oficial para enseñanza ya que el kurdo fue prohibido en 1925. También fueron prohibidas las publicaciones de libros y periódicos en kurdo.

Esta región es una gran reserva de materias primas y significa un mercado sin competencia para los productos manufacturados en Turquía. Todas las riquezas del Kurdistán son aprovechadas por la metrópolis turca. La totalidad del petróleo turco se encuentra en el Kurdistán.
“El Estado de Turquía ha reducido el Kurdistán a una colonia subdesarrollada. En esta región no se ha llevado a cabo ningún plan de inversión ni de modernización… las autoridades turcas llaman a esta región ‘Mahrumiyet Bölgesi’, que significa región dejada al abandono” (2), según el informe que presentó la Liga Internacional por los Derechos y la Liberación de los Pueblos ante las Naciones Unidas en 1985.
La primera división del Kurdistán se produce en el siglo XVI, cuando el Sha Safávida de Irán decide anexarlo a su imperio. En 1514, el ejército otomano, con la ayuda de los señores feudales kurdos, vence al Sha. Esta alianza tenía no sólo razones militares sino también religiosas. Los kurdos y los otomanos sunitas se aliaron contra los safávidas chiitas.
Tanto Persia como la “Puerta Sublime” otomana fueron consolidándose poco a poco como Estados. Esta tendencia centralista provocó una reacción de resistencia de los principados kurdos que veían amenazada su propia soberanía. En 1638, el Sha Abbas Safávida firma un acuerdo con el sultán Murad que legaliza la primera división del Kurdistán entre ambos imperios. Esta frontera se ha mantenido casi intacta hasta el día de hoy.

Durante el siglo XIX, la sociedad kurda vivió encerrada y traumatizada por los conflictos entre los principados feudales, azuzados por el sultán otomano a quien le interesaba mantener vivas las rivalidades y la división de éstos. En 1880 los kurdos de la “Puerta Sublime” y Persia se rebelan contra el poder imperial. El levantamiento, bajo el Sheik Obeidulá, puede ser considerado como el primer movimiento kurdo que busca la unificación e independencia de todo el Kurdistán. La falta de experiencia política, la ausencia de un programa de conjunto y una estrategia militar coordinada, al igual que la ideología tribal que continuaba provocando divisiones y traiciones, terminó por debilitar y dispersar la rebelión. La intervención conjunta del ejército turco y persa aniquiló la insurrección.
Las aptitudes guerreras de los kurdos siempre impresionaron a los turcos y los persas, quienes los utilizaron como guardianes de fronteras. Más de una vez, las milicias kurdas reprimieron diferentes minorías en nombre de un imperio u otro. Durante la Primera Guerra Mundial, los kurdos motivados por el llamado a la “guerra santa” se alían con los turcos sunitas contra los iraníes chiitas. Los turcos estimulan el sentimiento religioso contra los no musulmanes, particularmente los armenios que constituían un obstáculo para el avance de la conquista otomana en la zona del Cáucaso. Los kurdos participaron en el genocidio contra los armenios (1915-16) donde perecieron 1.200.000 personas. Los turcos quisieron justificar este genocidio con pretextos religiosos de “guerra santa” pero lo que prevaleció fueron las diferencias étnicas y la imposición de la identidad turca. Posteriormente los kurdos de Turquía serán víctimas de este mismo plan de exterminación.

La derrota del imperio otomano en 1918 intensificó la lucha de los kurdos por el reconocimiento de su identidad nacional e independencia. Durante los dos años siguientes, el vacío político que dejó el imperio disperso produjo una situación favorable a la constitución de un Estado kurdo nacional que los kurdos no  supieron aprovechar. En 1920, el Tratado de Sèvres reconoce el derecho del pueblo kurdo a la autonomía y a la posibilidad de optar por la independencia. Dicho tratado firmado entre los aliados y el sultán otomano, despojado de poder y bajo el creciente movimiento kemalista de “Ataturk” en Turquía, queda invalidado. Aun cuando los kurdos apoyaron y combatieron por la liberación nacional de Mustafa Kemal, no reciben sino la represión y la negación de sus reivindicaciones, establecidas por el Tratado de Sèvres. Kemal firma en 1923 con los aliados el Tratado de Lausana donde no se menciona el problema kurdo. Se niega por omisión. Entre 1925-35 un total de 700.000 kurdos perecieron o fueron deportados y dispersos entre las poblaciones turcas. La Segunda Guerra Mundial interrumpió este genocidio. El Kurdistán de Turquía fue declarado zona prohibida entre 1925-65 para los extranjeros. La aniquilación de la identidad kurda continuó disfrazada bajo otras formas.
A partir de 1924 la existencia de los kurdos fue negada y la palabra “Kurdistán” desapareció del vocabulario oficial. Se le llamó Anatolia Oriental o Provincias del Este. Según la Enciclopedia Científica Turca, los kurdos son “turcos de las montañas” que olvidaron su lengua. A la fecha, mencionar el Kurdistán continúa siendo una palabra tabú, válida de una condena de 3 a 15 años de prisión. Un plan de asimilación forzada fue llevado a cabo.
El período de apertura que se había iniciado en los años 60 en Turquía se terminó con el golpe de Estado de 1980. Los militares invocaron un regreso al Kemalismo y la necesidad de destruir el movimiento nacional kurdo. Actualmente 400.000 soldados, es decir la mitad del ejército turco, ocupan el Kurdistán. El estado de sitio proclamado en 1980, ha permitido la represión y la destrucción de la región (3).
Al presente, el Kurdistán de Turquía vive bajo la ley del más fuerte y de la feudalidad en vez de regirse por las leyes de un Estado de derecho. Los campesinos kurdos continúan reivindicando la tierra y el derecho al trabajo. A pesar de la represión y el clima de terror, la identidad kurda se mantiene intacta. Es cierto que algunos terminaron por asimilarse totalmente a la cultura turca pero la gran mayoría, aferrados a su lengua, su música, su cultura, logran oponerse a la destrucción de su ser milenario.

Los kurdos de Irán

Gran parte del Kurdistán iraní es región agrícola. Aparte de la explotación de petróleo en las provincias de Kermanshá, no existe prácticamente ninguna industria de extracción en el Kurdistán. Esta región es una de las más subdesarrolladas del país.
Entre las dos guerras mundiales, el gobierno iraní utilizó al ejército para sedentarizar a los kurdos. Esta medida tuvo como consecuencia la exterminación de tribus enteras. El comercio fronterizo fue prohibido y las medidas centralizadoras del gobierno obligaron a las tribus a dirigirse al mercado interior del país, consolidando el Estado y extinguiendo el nomadismo. La tierra que pertenecía, según la tradición, a toda una tribu poco a poco fue convirtiéndose en propiedad del jefe. La reforma agraria (1963) llevada a cabo por el Sha Mohammed Reza Pahlevi logró cambiar algunas de las estructuras feudales en el Kurdistán pero al mismo tiempo fue utilizada por los terratenientes para sus propios intereses.
En 1980, el Consejo de la Revolución Islámica aprobó una primera ley de reforma agraria que debía distribuir no sólo las tierras de la familia imperial y sus acólitos sino también aquellas tierras que los propietarios no cultivaban. Esta ley estipulaba la reducción de las grandes propiedades pero los terratenientes y los religiosos influyentes en el seno del gobierno reaccionaron ante dicha ley. Finalmente, ninguna ley de reforma agraria fue decretada al considerar que era contraria a “los principios fundamentales del Islam y que atacaban el derecho a la propiedad” (4).
Aun cuando Teherán insiste siempre en la afinidad étnica, es decir, la iranidad inherente a los persas y los kurdos, no por ello se privó de reprimir violentamente toda tentativa de rebelión kurda. Ya en 1925, cuando Reza Khan modernizó el ejército persa, comenzó a penetrar sistemáticamente las montañas kurdas. Prohibió la lengua, el traje y toda forma de diferenciación cultural que pudiese afirmar la identidad nacional kurda.

La República de Mahabad: El 25 de agosto de 1941 los ejércitos británicos, americanos y soviéticos ocuparon respectivamente el sur y el norte de Irán en nombre de los aliados. Así neutralizaban las posibilidades de una alianza militar entre Hitler y el Reza Sha, la cual pudo haber cerrado el paso de armas a través de Irán, esencial para la sobrevivencia de la Unión Soviética. Obligado a abdicar, Reza Sha le entrega el poder a su hijo Mohammed Reza Pahlevi quien concedió ciertas libertades democráticas a los partidos políticos al comienzo.

Entre la ocupación soviética hacia el norte y la británico-americana hacia el sur, quedó libre la región kurda de Mahabad en el medio. Aprovechando las libertades otorgadas por el nuevo Sha, los kurdos de Mahabad formaron en 1945 el PDKI (Partido Democrático del Kurdistán Iraní). Su programa preveía que: “El pueblo kurdo de Irán manejará sus asuntos locales y gozará del derecho a la autonomía al interior de sus fronteras. Su lengua materna será declarada idioma oficial para la educación y la administración. Los funcionarios del Estado serán elegidos por la población local” (5).

El 22 de enero de 1946, con el apoyo de los soviéticos y bajo el liderazgo de Qazi Mohammed, dirigente del PDKI, se proclama la primera República Kurda de Mahabad. La ciudad se convirtió en el centro de solidaridad y cooperación entre todas las partes del Kurdistán. El líder kurdo iraquí, Mula Mustafa Barzani, quien llevaba una feroz lucha contra el gobierno de Irak, se exilió en Mahabad con sus 9.000 hombres. Barzani asume el comando de las fuerzas armadas de Mahabad.
Según el acuerdo de Teherán de 1943, las fuerzas aliadas debían retirarse de Irán 6 meses después de terminar la guerra. Los soviéticos se negaron a evacuar el norte pero poco después se retiraron. Dos razones principales llevaron a la URSS a replegarse: primero, el gobierno persa le prometió a los soviéticos participación en la explotación de petróleo en el norte del país, y segundo, ante el ultimátum secreto de Truman a los soviéticos, Stalin decide retirar sus divisiones el 24 de abril de 1946. “Se dice que este ultimátum venía acompañado de una amenaza nuclear” (6). Hiroshima y Nagasaki, diez meses antes, eran un fresco ejemplo.

Sin el apoyo soviético las repúblicas de Azerbaiyán y de Mahabad caen ante la ocupación del ejército persa el 15 de diciembre de 1946. Casi un mes después, el presidente Qazi Mohammed y dos familiares son ahorcados en la plaza de Mahabad. Mientras tanto, Barzani, acosado por el ejército del Sha, comienza su legendaria “retirada de los quinientos” (hombres) hacia la Unión Soviética, lo cual le valió la fama de héroe. Su exilio en la URSS duró 11 años.

La guerra santa contra los kurdos:  En 1979 los kurdos participan en el derrocamiento del Sha. Jomeini les promete, desde su exilio en Francia, la autonomía, pero una vez en el poder el líder chiita lanza su “guerra santa” contra el pueblo kurdo, en su mayoría sunita.Dirigidos por el líder moderado Abdul Rahmán Ghasemlú, el PDKI, con sus 12.000 peshmergas, combatientes kurdos (significa aquél que va delante de la muerte), hoy día controla las montañas del Kurdistán. Ocuparon las ciudades hasta 1980 pero ante el ataque masivo de las fuerzas islámicas, que causaron grandes pérdidas civiles y el bloqueo económico impuesto por el ayatolá, el PDKI decidió retirarse hacia las montañas. Ahora lleva a cabo una guerra de guerrillas que busca “liberar definitivamente ciertas regiones del Kurdistán”.
El PDKI es una de las fuerzas de oposición más importantes contra el régimen islámico. Atrapados dentro del conflicto del Golfo, los kurdos de Irán han establecido relaciones con el gobierno de Irak. Esta relación les permite transitar, a través del territorio iraquí, armas, médicos y periodistas hasta el cuartel general que se encuentra en la frontera con Irán. Para el PDKI esta alianza no significa una dependencia que coarte el crecimiento de su resistencia. Los kurdos no participan en combates con los soldados iraquíes y tampoco aceptan pelear contra los kurdos insurgentes de Irak. Las acciones de la guerrilla kurda en Irán provocan represalias sobre la población kurda por parte del gobierno iraní. Según diferentes informes de Amnesty International, de las 400 ejecuciones que se llevaron a cabo en Irán en 1983, la mayoría eran kurdos (7).

Los Kurdos de Irak

Gran Bretaña, deseosa de explotar el petróleo del Kurdistán meridional le quitó al imperio otomano los vilayatos de Basora y Bagdad, es decir, la baja Mesopotamia. De los escombros de esta parte del imperio nace Irak en 1920. Las tribus kurdas del norte resistieron la incorporación al nuevo Estado y, a su vez, le exigieron a los aliados la creación de una nación independiente. Los kurdos de Mosul, entonces bajo el dominio de los británicos, tenían derecho a unirse a la hipotética nación kurda estipulada en el Tratado de Sèvres.
La creación de los nuevos Estados se hizo en detrimento de los derechos kurdos. Si bien es cierto que la necesidad de fortalecer y mantener la “unidad nacional” por parte de los poderes centrales jugó un rol importante en la discriminación del pueblo kurdo, no hay que olvidar que también intervinieron los intereses extranjeros.
En 1930 Irak se independizó, pero Gran Bretaña conservó sus bases aéreas y una misión militar en el ejército iraquí. La Royal Air Force (RAF), sofocó los diversas levantamientos que explotaron en el Kurdistán. Bajo el liderazgo del Mula Mustafa Barzani, los kurdos se rebelaron múltiples veces contra el poder central. En 1945, la RAF reprime la resistencia y Barzani se retira con sus tropas hacia el Kurdistán iraní para integrarse a la recién proclamada República de Mahabad.
Mientras tanto suceden cambios importantes en la política kurda iraquí. Varios intelectuales kurdos, entre ellos Jalal Talabani, tratan de crear una plataforma política de unidad nacional. Fundan el PDK (Partido Democrático del Kurdistán), definido como “izquierda socialista”. Mas las tradiciones feudales de los kurdos no cambian. Algunos jefes tribales apoyan este movimiento, otros, la mayoría, están en su contra. Sólo Barzani mostró interés convirtiéndose en su líder.
El 14 de julio de 1958, el general Abdul Karim Kassem derroca a la monarquía y proclama la República de Irak. Restablece las libertades democráticas y define a la sociedad iraquí como la cooperación entre árabes y kurdos. Legaliza el PDK y Barzani regresa de la URSS. El liberalismo de Kassem duró poco. Pronto se transforma en un dictador que proscribe los partidos políticos y se opone a la autonomía del Kurdistán. En 1961, su ejército bombardea el pueblo de Barzani y comienza una guerra que se ha prolongado, con algunos cortos intervalos, hasta nuestros días.
La guerra debilita el régimen de Kassem. El Partido Baaz Árabe Socialista, pro-árabe, aprovecha la situación para dar un golpe de Estado. Luego, con el acuerdo del 11 de marzo de 1970, el Partido Baaz reconoce el carácter binacional de Irak y los derechos culturales y lingüísticos del pueblo kurdo. Cuatro años después el gobierno publica “la ley de autonomía del Kurdistán”. Barzani considera que esta ley traiciona las cláusulas establecidas en el acuerdo de 1970. Los kurdos del PDK retoman las armas.

Alianzas y Traiciones: Un acuerdo de cooperación militar del Partido Baaz con los soviéticos, deja a Barzani sin apoyo logístico, lo cual es aprovechado por el Sha y Nixon. La CIA se hace responsable de la entrega y ejecución de la asistencia financiera cifrada en 16 millones de dólares. Kissinger decía a la época que no importaba la victoria de los kurdos sino mantener un grado de hostilidad suficiente para vaciar y minar los recursos de Irak (8). Barzani nunca tomó conciencia de que no era sino una ficha dentro del problema de Irán con Irak. En vez de aliarse con sus hermanos kurdos del PDKI, Barzani los entregó a las autoridades iraníes. Estos miembros del PDKI se habían refugiado en Irak, en 1965’ tras su levantamiento en Irán. Las alianzas particulares en detrimento de la causa kurda, debido a la situación geopolítica del Kurdistán, han sido una de las causas fundamentales del fracaso del movimiento nacional kurdo.
La dependencia logística y militar con Irán marcó la derrota de Barzani. Después del comienzo del conflicto del Golfo, los hijos de Barzani se alían incondicionalmente con el gobierno islámico. Han aceptado pelear junto a los pasdarán (guardianes de la revolución) contra los kurdos del PDKI. Masud Barzani declaró que “su partido había jurado apoyar política y militarmente a la República Islámica desde el comienzo de la agresión iraquí contra Irán” y afirmó que el IX Congreso del de su partido el PDK “negó la idea de establecer un Kurdistán unido y decidió que los kurdos debían conformarse a las condiciones que prevalecen en la sociedad en la cual viven” (9) .
En 1975, durante la Conferencia de la OPEP, en Argel, por intermedio del presidente Huari Bumedián, el Sha y Sadam Husein, firman a espaldas de los kurdos un acuerdo que sella la paz entre los dos países. Teherán aceptó retirar la ayuda a los kurdos a cambio de algunas concesiones territoriales en el Golfo Pérsico. Y Bagdad, por su parte, cesaría toda política hostil hacia Irán y le entregaría una parte del Shatt-al Arab.
Los kurdos se enteran una vez firmado el acuerdo. Tras divergencias a nivel de partido, Barzani decide que la solución es retirarse hacia Irán. Morirá en 1979 en Estados Unidos. Esta decisión creó divisiones internas ya que muchos consideraban que estaban los suficientemente armados (alrededor de 60.000 hombres controlaban un territorio de 40.000 kms) y contaban con 75 millones de dólares.
Según el abogado kurdo, Cheriff Vanly, el PDK cometió algunos errores fundamentales: primero, la alianza con el Sha y los norteamericanos fue un error de estrategia política que significó la dependencia de un movimiento de liberación nacional a un Estado contrario a sus aspiraciones y reivindicaciones. Segundo, con la retirada de Barzani hacia Irán se inició, para el pueblo kurdo, el fin de la revolución provocada por sus propios dirigentes que escogieron el exilio (10) .
Exiliado en Siria, tras la derrota de Barzani, Talabani regresa un año después, forma el UPK (Unión Patriótica del Kurdistán) y retoma las armas contra el gobierno. Aprovechando la fuerza que le permitió la irrupción del conflicto del Golfo, el UPK entra en negociaciones con el gobierno de Sadam Husein, por mediación del líder del PDKI, Ghasemlú, en 1983. Retoman el acuerdo de marzo de 1974 como base, pero de nuevo surge el problema de la delimitación de la región autónoma, sobre todo de Kirkuk y Mosul. Según el UPK, la intervención del gobierno turco también provoca la ruptura de las negociaciones. A Ankara no le interesaba un acuerdo entre el UPK y Husein por miedo a la repercusión que podía tener entre los kurdos de Turquía. El gobierno turco amenazó con cerrar sus fronteras al oleoducto iraquí, lo que significaba, en ese momento crítico de la guerra del Golfo, debilitar totalmente a Irak frente a Irán. Con el cese del diálogo, en 1985, recomienza el enfrentamiento entre el UPK y el gobierno de Sadam Husein.

Los kurdos en Siria

Durante el imperio otomano las relaciones entre los árabes y los kurdos eran buenas. Estos compartían las zonas de pastoreo con las tribus árabes nómadas. Por los años 20, el mandatario francés estimuló la división entre las minorías apoyando el nacionalismo kurdo, lo que inquietó a las autoridades árabes.
Después de la independencia de Siria en 1945, entre las comunidades árabes y kurdas, no existió la tensión de la separación ni persecución minoritaria. Ambas participaron en los eventos políticos del país y durante 15 años los kurdos de Siria vivieron en cierta armonía con los árabes.
En 1957 un grupo de obreros e intelectuales kurdos forman el PDKS (Partido Democrático del Kurdistán Sirio), cuyo programa tenía como objetivo el reconocimiento étnico de los kurdos de Siria con derecho a su cultura y lengua, pero el creciente movimiento panárabe, reforzado, en 1958, con la unión de Egipto y Siria bajo la República Árabe Unida, provocó la persecución y encarcelamiento de los dirigentes del PDKS. La represión aumentó con el fracaso de la unión con Egipto. En 1962 el gobierno promulga un decreto de arabización de la región de Jezirá con el fin de expulsar a la población kurda establecida en esta zona fronteriza con Turquía y reemplazarla con árabes. Una de las razones para esta expulsión fue el descubrimiento de petróleo en Jezirá. El censo de la población de Jezirá provocó la pérdida de la nacionalidad de 120.000 kurdos, los cuales pasaron a ser considerados como extranjeros, forzándolos a emigrar hacia Turquía, Damasco, y sobre todo al Líbano, donde encontraron trabajo durante el boom de la construcción de los años 60.
La llegada al poder del Partido Baaz de Michel Aflak impulsó una política netamente nacionalista. La situación de los kurdos empeoró. Además, el Partido Baaz temía la propagación a su territorio de las rebeliones kurdas en Irak. El plan de represión, expulsión y arabización se llevó a cabo sistemáticamente. En 1976, el presidente Hafez al-Asad renunció oficialmente al plan de deportación de los kurdos. Hoy día, los kurdos de Siria se sienten más seguros que en los 60 y comienzos del 70. No hay que olvidar que, aunque estén sometidos al servicio militar, todavía quedan miles de kurdos despojados de la ciudadanía.

Los kurdos en la Unión Soviética

Una serie de comunidades o colonias kurdas están dispersas entre las repúblicas soviéticas del Transcáucaso y Asia Central. Aun cuando los kurdos de la URSS son pocos, los de Armenia soviética ocupan un lugar importante en la vida cultural del Kurdistán. Considerada como una de las regiones más pobres y atrasadas del Kurdistán, ha alcanzado un nivel superior a las otras regiones.
La diáspora de los kurdos hacia Rusia tiene razones históricas muy específicas. Los kurdos que habitan el Asia Central llegaron como guardianes de la frontera al este de Persia durante el siglo XVI. Los del Cáucaso vinieron a partir de la segunda mitad del siglo XVIII buscando nuevas zonas de pastoreo. Las rebeliones que sacudieron al Kurdistán, durante el siglo XIX, aumentó el éxodo hacia esta región. Entre ellos hubo una gran afluencia de yazidíes perseguidos por los otomanos y por los jefes tradicionales kurdos musulmanes. Esta emigración aumenta a la víspera de la Primera Guerra Mundial. Aún cuando eran menos numerosos, en Rusia los yazidíes se convirtieron en los defensores de la identidad kurda. Evitaron asimilarse y diluirse totalmente entre las poblaciones cristianas de armenios y georgianos.
La instauración del régimen soviético implicó una doble ruptura en la vida de los kurdos del Cáucaso. Los nómadas fueron sedentarizados y transformados progresivamente en asalariados agrícolas. La vida se organizó en torno a estas colonias separadas, lo cual implicó también una ruptura con el resto del Kurdistán.
Los kurdos de la URSS en Georgia y Armenia gozan de un nivel socioeconómico y cultural privilegiado. No sufren de discriminación y pueden participar en todos los niveles posibles. En las escuelas de los pueblos kurdos se enseña el idioma materno. Hay publicaciones, emisiones de radio y centros de investigación de kurdología.
El analfabetismo ha sido erradicado casi totalmente. La educación es obligatoria. La democratización de la instrucción y el acceso a la cultura ha sido uno de los logros más importantes del régimen soviético en la República de Armenia.
El desarrollo económico y cultural de los kurdos de la URSS no ha significado una pérdida de su propia identidad. Sin embargo, los kurdos que se encuentran en Azerbaiyán y Turquestán no han tenido las mismas posibilidades de expresión y desarrollo de su identidad.

Reflexiones finales

Hoy día, si queremos comprender el problema del Kurdistán, no podemos hablar de una sola nación kurda. La división de su territorio entre los diferentes países le ha dado a cada región del Kurdistán una especificidad propia a la historia del país dominante.
Aun si el trayecto de los kurdos de Turquía, entre la Primera y Segunda Guerra Mundial, significó la consolidación del sentimiento nacional kurdo, después de los años de represión kemalista y ahora de los militares, el pueblo kurdo no ha logrado la unión nacional. Las estructuras feudales se repiten en los cientos de partidos de izquierda que continúan peleándose y dividiéndose.
En Irán, la reforma agraria del Sha logró romper ciertas tradiciones feudales. Esta ruptura del poder feudal permitió el fortalecimiento de un partido de consenso nacional como el PDKI. La consigna del partido “Democracia para Irán y Autonomía para el Kurdistán” forma parte del código del pueblo kurdo.
En Irak, actualmente se registra un movimiento popular a gran escala. La alianza entre el UPK y el PDKI es una señal de una nueva conciencia nacional kurda que afirma que los convenios, con los diversos gobiernos, no deben perjudicar los movimientos kurdos al interior de otro país.
Como la lucha de los kurdos no está dirigida contra ninguna de las dos potencias sino contra el gobierno dominador, se les ha mantenido en el olvido. Incluso la guerra Irán-Irak, que ha significado más de medio millón de muertos, no ha hecho resurgir ningún interés por los kurdos. Esta guerra, alimentada por las grandes potencias –hace seis años que sostiene las industrias de armas -, ha omitido el problema de los kurdos en este conflicto. En 1985, la “Guerra de las Ciudades” provocó revuelo en los medios occidentales cuando Teherán y Bagdad fueron bombardeados. Sin embargo, parecen olvidar que, desde el comienzo de la guerra, los pueblos kurdos de ambos lados han sido víctimas de los bombardeos cotidianos.
La Guerra del Golfo ha permitido a los kurdos de una parte y otra reforzar su combate. Pareciera que la historia se repite pero en realidad no es así. Si el conflicto del Golfo se acaba, los kurdos continuarán su lucha contra el poder central, pues aunque su combate está inserto en el conflicto, es una guerra que comenzó mucho antes. Las alianzas, como hemos visto, han cobrado más realidad. Los kurdos mantienen su independencia frente a los poderes centrales.

Está claro que la guerra ha permitido el genocidio del pueblo kurdo dentro del marco de la guerra, pero al mismo tiempo ha fortalecido sus reivindicaciones. Los kurdos se niegan a utilizar el terrorismo como forma de presión. Los kurdos de Irak secuestran a los extranjeros que trabajan para los iraquíes en territorio kurdo, pero no ha habido derramamiento de sangre. El UPK se justifica afirmando que es una manera de informar a las compañías extranjeras que ellos, los kurdos, son los dueños de esas tierras. El PDKI, en cambio, rechaza por principio cualquier forma de terrorismo. Dentro de la realidad actual, esto significa que están condenados a un silencio por parte de los medios de comunicación frente al problema kurdo.

KURDISTÁN: Comprende la cadena del Tauro oriental hacia el oeste, la cadena del Zagros iraní hacia el este, el Monte Ararat hacia el norte y los valles de Mesopotamia hacia el sur. Los ríos Tigris y Éufrates alimentan las fuentes principales.

Población: 20.000.000 habitantes.

Área: 475.000 km2 de territorio dividido en cuatro países:
Turquía: 230.000 km2 (30% del territorio turco)
               10.000.000 habitantes (20% de la población de Turquía)
Irán:        125.000 km2 (7% del territorio iraní)
                6.000.000 habitantes (17% de la población de Irán)
Irak:         7.400 km2 (17% del territorio iraquí)
                3.500.000 habitantes (25% de la población de Irak)
Siria:        30.000 km2 (16% del territorio sirio)
1.000.000 habitantes (8% de la población)
En la URSS viven 250.000 kurdos repartidos en diversas regiones.

Clima: Varía según la altitud. Las regiones montañosas se caracterizan por un invierno rudo (3 a 6 meses de nieve) y los valles del sur por un calor tórrido en verano y lluvias fuertes de noviembre a abril.  

Recursos naturales: En las montañas hay grandes extensiones de robles y zonas de pastoreo. En los valles altos se cultiva arroz, tabaco, maíz, legumbres, árboles frutales mientras que en las grandes llanuras y altas mesetas se cultiva el trigo y la cebada. Hay petróleo, cobre, plomo, hierro, oro y plata.

Lengua: Pertenece a la rama iraní del indo-europeo. Algunos creen que es una derivación del Avesta, lengua a través de la cual Zoroastro transmitió su mensaje.

Religión: Islam, en su mayoría sunitas (80%), pero existe una minoría chiita en el sur. También hay cristianos, yazidíes, (adoradores del diablo), judíos y diversas sectas del Islam.

Carol Prunhuber

Notas:

  1. Una de las dinastías más prestigiosas fue la de los ayubid, fundada por Salahadin, quien extendió su poder no sólo a Egipto  y Siria, sino también a Mesopotamia y la región del lago de Van. Los kurdos no supieron aprovechar a los ayubid para constituir un Estado kurdo durable.
  2. En “Boletín de Información del Instituto Kurdo de París”, No. 14, septiembre 1985, p. 90
  3. Ibid., p.92. Informe de “Centro Europa-Tercer Mundo”, Ginebra, 1985.
  4. Haghighat, Chapour : Iran: la Révolution Islamique, Edit. Complexe, p. 107, Bruselas, 1985.
  5. Ghassemlou, A.R. : “Le Kurdistan d’Iran”, en Les Kurdes et le Kurdistan, p. 174, Edit. Maspero, París, 1978.
  6. Blanchet, Pierre y Claire: Irán: la revolución en nombre de Dios, p. 144, Edición Terra Nova, México, 1980.
  7. “Boletín de Información del Instituto Kurdo de París”, No. 16, p. 12. Informe de Human Rights Council of Australia, 1985.
  8. Vanly, Cheriff: “Le kurdistan d’Irak”, en Les Kurdes et le Kurdistan, Pikes Report, p. 275.
  9. “Boletín de Información del Instituto Kurdo de París”, No. 16, enero 1986, p. 23. “Iraqi Kurdish Leader Vows Support for Islamic Revolution”, (IRNA) 15/12/85, en KAYHAN.
  10. Vanly, Cheriff: Op. cit., pp. 282-283.

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